Ayer, sabado, se presentó la nueva composición del gobierno municipal que gobernará los próximos años. Y como ya se sabía, la “principal” volverá a ser “Conxi Revienta-Malgrat”. Eso sí, como parece esta vez la oposición ha ganado más votos de los ciudadanos pero desgraciadamente, como tenemos una “Democracia” (según dicen…) no llegaron a lograr la alcaldía, por lo que vamos a tener que seguir comiendonos el marrón, o mejor, a la “Conxi Revienta-Malgrat” como la llamaremos a partir de ahora.
Parece mentira que un gobierno que en el pasado ha fabricado tantas chapuzas y tonterías pueda volver a gobernar, pues pensemos solamente en el “Pelotazo” con un tanatorio como primer edificio a la entrada del pueblo, el “criadero” de mosquitos tigres en el Molí de la Sal o en la mina núm. 4 de Can Palomeres donde aún no se ha puesto remedio (ejemplo: pesticida), un desastre de página web turística (especialmente la parte alemana…), destrucción de patrimonios históricos (chimenea de la Fábrica de l’Aigua, donde siempre aseguraron que se conservaría como monumento…) principalmente para poder construir unos pisazos feísimos convirtiéndolo todo en un barrio donde viven principalmente inmigrantes, ferias de abril o de Sant Roc vergonzosas donde las atracciones para los niños ni si quiera son revisadas por un inspector técnico tal y como es estándar en los demás pueblos (recordémonos: En el 2010, 2 atracciones fueron precintadas después de haber sufrido irregularidades mecánicas, en la que una de ellas podría haber causado heridas graves o incluso la muerte a algún niño), asfaltado (ya tradicional…) de calles con motivo de quedar bien (o hacer la pelota) con los ciudadanos y ganarse el voto (finalmente saliendo más caro de la cuenta, ya que la calle entonces abierta para los coches está “destrozada” en varios puntos, actualmente siendo reparados, y eso en plena temporada turística...), un paseo marítimo asqueroso y destrozado (donde los turistas el pasado año, más de uno, tropezaron por culpa de las baldosas rotas), un tuti-fruti de carteles electorales a largo de todo el pueblo y, para acabar, un turismo magnífico, con precios increíbles, de botellón… etc.
Finalmente solamente queda la siguiente pregunta:
¿Qué más chapuzas logrará hacer la “Fabrica de buñuelos Can Campoy, Vega y cía.” en la calle del Carmen núm. 30?
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